04 julio 2015

Del otro lado del espejo: Remake del 16/09/12



¿Como brillar si tu luz interior se ha evaporado?, ¿si la bombilla se ha fundido?, ¿como salir del abismo si no encuentras esa luz al final?… en dado caso, ¿no es más fácil tomar un atajo?

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Él la observa y niega lentamente con la cabeza, lo que ella esta haciendo está mal pero no encuentra manera de hacérselo saber. Ella no lo escucha, por mas que él grite en su oído, ella esta decidida a terminar con todo.

Él se siente triste porque su razón de estar en la tierra es cuidarla a ella, guiarla y protegerla… y él, en ese momento, no está haciendo su trabajo, pero ¿qué puede hacer si ella se niega a escuchar?

La observa con detenimiento y su estómago se retuerce mientras la ve sentada en el suelo con las piernas entrecruzadas y los brazos en una barrera protectora al rededor de su rostro sobre el colchón con edredón negro con flores grises.

Las lagrimas negras ruedan por sus pálidas mejillas, levanta la cabeza para contemplar la triste nota que esta a su lado. No esta segura de que sea lo suficiente como para mostrar sus sentimientos pero al menos es precisa.

“No puedo continuar más, siento un vacio en mi interior y este es como un agujero negro que me succiona lentamente, que termina por destruir todo lo que soy. Me ha dejado el cascaron, un cuerpo vacio… sin ganas de continuar y sin las fuerzas necesarias para tan si quiera pensarlo. No me extrañaran, estoy segura de eso porque, sinceramente, ¿a alguno de ustedes le importo?  No se preocupen por mi, (si es que alguna vez llegaron a saber el significado de esa palabra) estaré mucho mejor al lugar al que voy.”


Ella la dobla en dos y la coloca en el buró, después toma de nuevo aquel objeto que la liberó por tantas noches, aquel objeto que era su verdadero amigo… el único que parecía extrañarla cuando ella no estaba.

Le sonríe y descubre sus brazos, por su cabeza pasan tantas cosas al mismo tiempo…

—Estaré mucho mejor una vez que me vaya… ya nada tiene sentido, ya nada tiene razón, ¿para qué quedarme?

La oscuridad la rodea, la tira y la arrastra al abismo, al valle de lágrimas. Ella alguna vez trató de salir de ese lugar, trató de salir de ese abismo y pidió ayuda pero no pudo salir… ella había sido marcada, ahora era propiedad de la oscuridad, y a la oscuridad le gustaba el rojo escarlata de la sangre fluyendo por el río de lágrimas.

Su rostro estaba empapado mientras por su mente se proyectaban imágenes de esa vida; esa vida donde habían personas que se preocupaban por ella y su bienestar, aquella vida donde sus días estaban llenos de luz, de flores y mariposas.

Recuerda como le gustaba sumirse en sus libros a merced de la sombra del gran roble del parque, recuerda todas las aventuras que sus libros le dejaron vivir, recuerda aquellas mañanas donde el sol brillaba y la abrazaba con un nuevo día…. y ¿ahora? Todo perdió sentido para ella, ya nadie la escucha, ya nadie se preocupa por ella… ya nadie la quiere. Se siente sola, incomprendida, impotente… la tachan de niña mal sin saber sus problemas, sin saber la razón de sus actos.

Ella esta segura que si alguien hubiese vivido su vida, se habría rendido desde hace mucho tiempo, ella trató de ser fuerte, de luchar contra la oscuridad pero no pudo ganarle la batalla.

El rostro sonriente de su madre se desliza entre sus recuerdos, y las lágrimas fluyen con mas rapidez al recordarla en esos tiempo cuando ella era el centro de su universo, cuando ella era la niña de sus ojos… ¿cuando cambiaron las cosas?

Ella no sabe descifrar el momento preciso en que todo le fue arrebatado, en que todo cambio y las nubes grises llegaron para quedarse sobre su cabeza; ella solo sabe que perdió todo, y no hay manera de recuperar lo que fue su vida… ella ha sido exiliada al bosque de penumbras, al lugar donde el final feliz no existe.

Soltando el ultimo suspiro, coloca la navaja sobre su piel traslucida, la ubica en su muñeca y comienza a hacer pequeños cortes… preparando el terreno. Lleva semanas practicando contra el dolor, y ahora que ya es inmune a él, esas insignificantes cortadas no le parecen de importancia… el ardor y el hormigueo es leve, casi no se siente… ella se concentra en su tarea, deslizando la cuchilla una y otra vez como por acción automática.

Ella no quiere pensar mas… ella solo quiere actuar.

La sangre se desliza con lentitud sobre la longitud de su brazo, adorna su pálida piel con gordas gotas rojas. Y ella sonríe al ver su piel decorada con su propia sangre, la escena la captura, la envuelve en fingido bienestar y ella se siente, poco a poco, las ligera, mas libre… mucho mejor.

Esta decidida, toma una gran bocanada de aire y cerrando sus ojos, desliza la cuchilla con fuerza contra su muñeca. La herida deja fluir rápidamente la sangre mas oscura, pareciendo que ella tiene en su muñeca una fuente de sangre… aquel liquido vital para su cuerpo se escabulle, dejándola sin vida… dejándola verdadera vacía.

Ella va perdiendo la noción, con las pocas energías que le quedan, se arrastra sobre su cama, abraza su enorme oso Tedy y cierra los ojos, dispuesta a no despertar mas en ese cuerpo. Esperando poner punto final a su historia…

- o -

Él espera pacientemente a que ella despierte. Poco a poco, los ojos de ella se abren e inmediatamente se siente diferente, mas ligera, las liviana.

Entonces ella fue capaz de verlo.

— ¿Quien eres tu? —preguntó ella.

—Soy tu ángel guardián —respondió él, haciendo una reverencia hacia ella.

— ¿Mi ángel?

—Mi trabajo era cuidarla, mi señora —respondió él, con la cabeza baja. Cuando su protegida era capaz de verle, él no tenia la autoridad de levantar la cabeza… a menos que ella se lo pidiera.

—No entiendo nada, ¿no estoy muerta?… recuerdo que yo…

Ella estaba realmente confundida.

—Permítame explicarle, mi señora. Soy un ángel enviado del tercer cielo para protegerla, soy esa vocecita que usted escuchaba cuando estaba en vida. Mi trabajo era guiarla hacia una buena vida, pero usted decidió no escucharme y ahora esta muerta.

— ¿De verdad? —Una sonrisa tiró de la comisura de los labios de ella. Estaba muerta… al fin.

—No entiendo porque está feliz, mi señora. Se convertirá en una alma sin descanso por lo que acaba de hacer.

— ¿Un alma sin descanso? —preguntó ella, nuevamente confundida.

—El suicidio es un pecado, no tendrá acceso al tercer cielo por su acción.

Ella no se inmutó, jamás había pensado en ir al cielo. Sinceramente nunca había pensado en ese royo de los ángeles, Dios y esas cosas.

— ¿Por qué sigo aquí? En dado caso ¿no debería estar en el infierna ya?

—Tengo que mostrarle algo —contestó él.

— ¿Mostrarme algo? —respondió ella—, ¿mostrarme qué?

—Si me lo permite, mi señora, me gustaría levantar la cabeza para poder explicarla y llevarla a donde debe estar.

— ¿Necesitas mi permiso para eso? Bien, como sea… levanta la cabeza —respondió.

—Gracias, mi señora.

El levantó la cabeza y ella se asombró de la belleza de aquel ángel. Había escuchado que los ángeles era hermosos pero éste rompía todas las expectativas… era algo totalmente mágico.

Entonces ella extrañó la sensación de la sangre subiendo por sus mejillas para delatarla… con un poco de nostalgia pensó que no volvería a experimentar esa sensación, pero pronto se deshizo de ese pensamiento. Ella había elegido morir.

Estaba por preguntarle que es lo que harían a su ángel, pero en ese momento unos nudillos tocaron a la puerta de la habitación. Ella entro en pánico.

—Es tu madre —le respondió él, con voz monótona.

— ¿Ella puede verme? —preguntó.

—Ella solo verá eso —respondió él, apuntando a la cama.

Ella siguió la dirección a la que él apunto y se llevó una mano a la boca por la sorpresa. Su cuerpo terrenal estaba tendido en la cama, su muñeca derecha estaba bañada en sangre seca, el color obscuro de la sangre sobre su pálida piel se veía mortífero, su rostro tenia una expresión de tranquilidad con una pequeña sonrisa de felicidad tirando de la comisura de sus labios.

Su cuerpo inerte estaba bañado en la sangre que había escapado de su interior y había cientos de mancas de sangre por todo el piso, donde ella había estado sentada.

—A ella no le importará —murmuró ella, con voz fría.

A lo largo de los años se había formado la idea de que su madre no la quería, que no se preocupaba por ella y que ella era una completa extraña en su familia.

Entonces la puerta se abrió con un golpe seco y segundos después un grito desgarrador salió del fondo de la garganta de su madre mientras se desplomaba en el suelo y cubría su rostro con sus manos, las lágrimas corriendo a toda velocidad por sus mejillas.

—Mi niña, mi niña no… por favor no —sollozó su madre cuando su padre llegó.

Su padre trató de aguantar pero las lágrimas ganaron la batalla y comenzaron a lavar su rostro, mientras trataba de consolar a su mujer.

—Mi niña no… —continuó su madre, yendo a gatas hacia su cama para sostenerle la mano.

Sus manos llenas de arrugas se empaparon con la sangre de su hija y su llanto creció aun mas al darse cuenta que había cortadas viejas que comenzaban a sanar en sus brazos… si tan solo se hubiese dado cuenta antes.

Ella contemplaba en completo silencio como su madre lloraba sin parar y como su padre trataba de consolarla. Ellos parecían tan vulnerables en esos momentos… como si su perdida fuera algo de mucha importancia.

—Ellos realmente te amaban —susurró su ángel.

—Jamás lo demostraron —contestó ella. Un nudo comenzaba a formarse en su garganta.

—Ellos no sabían como acercarse a ti, tu habías formado una muralla a tu al rededor y no podían atravesarla.

— ¿Ellos me amaban? —preguntó ella, sintiendo la humedad en sus mejillas.

—Ellos te amaban, eras su hija —respondió él.

La escena de sus padres la había perturbado. Ella creía que ellos no la querían, que se habían olvidado de que tenían una hija cuando sus hermanos menores llegaron y dejaron de darle importancia a las cosas que ella decía o hacia.


—Si no la hubiera castigado… tal vez ella aun estuviera aquí —susurró su padre.

—Si le hubiera puesto un poco de atención… tal vez ella seguiría con vida —dijo su madre.

—Es mi culpa —corearon al unísono, en un apenas audible susurro.

De repente la escena frente a ellos desapareció y ella no estaba mas en su habitación con cortinas negras y posters pegados en las paredes. Ellos se habían transportado hasta su salón de clases, donde todos sus compañeros tomaban clase… y su lugar estaba vacío.

— ¿Que hacemos aquí? —preguntó ella.

—Tu decías que no le importabas a nadie… voy a mostrarte como es que las personas si se preocupaban por ti, aunque no lo demostraban.

—Pero es imposible… yo no tenia amigos. Nadie de este salón se preocupaba por mi, ellos me insultaban y me excluían de todas las actividades de grupo.

—Solo observa —le pidió él.

Segundos mas tarde entró la profesora de Literatura al aula, su rostro denotaba pena y dolor. Inmediatamente todo el bullicio del lugar cesó.


—Jóvenes, debo darles una terrible noticia —la voz de la profesora se rompió—. Su compañera, Isabela Swan, ha muerto… se suicidó, encontraron su cuerpo esta mañana, se cortó las venas.


Un incomodo silencio renina en el aula. Los chicos no podrían creer que la chica friki estuviera muerta, ella era rara y apartada pero parecía ser feliz, reía de vez en cuando y era muy inteligente.

La profesora comenzó a sentir una punzada de culpa, la chica Swan era una excelente novelista neonata y ella muchas veces minimizo y ridiculizó su trabajo… aunque ella sabia que la chica podría llegar muy lejos.

Jessica, la chica que se encargaba en hacer quedar mal a Isabela en gimnasia y que la había hecho quedar en vergüenza en el baile de bienvenida, mojando su vestido con ponche, también sintió la punzada de culpa.

Mike, el chico que jugó con sus sentimientos, el que le vio la cara y la utilizó para una noche de diversión, también sintió la punzada de culpa.

Ángela, la chica que siempre la observó desde lejos pero que nunca tuvo el valor de acercarse a ella y brindarle su amistad, también sintió culpa.

Todos se dieron cuenta que ella era una chica que había estado gritando en silencio por un poco de atención, y con pesar se dieron cuenta de que ninguno fue capaz de brindarle una migaja de su tiempo para ello.

—Ellos se culpan… —le dijo el ángel— Si pudieran cambiar las cosas, lo harían.

Ella no dejaba de llorar, se dio cuenta de que había personas que realmente se preocupaban por ella y que dentro de sus corazones, la querían.

—Solo nos queda un lugar mas que visitar.

— ¿Hay mas? —sollozó ella.

Él asintió y de nuevo la escena frente a ellos se desvaneció. Ahora estaban en un enorme parque funeral; en el lugar estaban sus compañeros del colegio, sus profesores, sus padres, su abuela… todos rodeando su tumba, la cual estaba debajo de un gran roble.

—Mi gran roble del parque… —susurró ella.

—Ellos te extrañan.

Ella quería tirarse a llorar, plantarse frente a su madre y decirle que estaba bien, que estaba con ella pero sabia que no tenia caso, su madre no la vería… jamás. Ella se acercó dubitativa a la multitud y los observó de cerca.

Su madre tenia los ojos hinchados, su padre llevaba lentes de sol aunque el día era nublado y su rostro estaba inescrutable. El rostro de Mike, Jessica y Ángela estaban bañados en lagrimas; vio a la pequeña Alice Cullen, llevaba un vestido negro hasta la rodilla y listones negros en las muñecas… ella sintió pena por Alice, ella solía acercársele y charlaban de vez en cuando. Ambas tenían los mismos problemas.

Isabela se acercó a la chica que era lo mas cercano a una amiga y tomó su mano mientras por el rostro de ambas salían lágrimas sin cesar. Alice soltó un suspiro al sentir una corriente de aire helado estamparse contra su cuerpo.

—Ella esta aquí… —susurró para si misma— Gracias, Bella, te extrañaré… amiga.



Isabella soltó su mano y la llevó a sus labios para reprimir un sollozo, después se acercó a sus padres.

—Es hora de irnos, Isabela —le anunció su ángel.

— ¿Ya?

El asintió.

Isabela acuno la mejilla de su padre y dejo un beso en su mejilla, luego fue con su madre y la estrechó entre sus brazos y beso su frente. Sus padres suspiraron y una corriente de aire les trajo un “Los amo” susurrado de los labios de Isabela, antes de que ella partiera junto a su ángel de ojos de esmeralda.

FIN

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Quise ponerlo con los personajes de Twilight para no perjudicar a nadie. Podría decirse que esta es, en parte, mi historia. Pocas personas la conocen y no planeo contarla… al menos no aquí ni ahora. Espero que les haya gustado.

Escribí esto para darles a entender a esas chicas que pasan por una depresión o algo parecido, que no deben darse por vencido. Al final de la historia Bella se arrepintió de lo que hizo porque vio sufrir a sus padres y a las personas que, en silencio, la apreciaban. No se den por vencidas, encuentren algo con que sostenerse y aférrense a eso y luchen, salgan adelante… siempre hay una opción.

Gracias por leer, agradezco de antemano sus comentarios y reacciones. Un beso enorme, un abrazo de oso y recuerden… nunca se den por vencidas, siempre habrá alguien que se preocupe por ustedes… aunque no haga manifiesta su preocupación.

10 comentarios:

  1. Wow!!
    Increíble, me encanto, eres muy buena, llore como magdalena =D
    Besos
    Camila

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  2. wooww me senti super identificada yo me siento asi aveces prefiero morir si al cabo nadie me quiere o respeta todo me tratan mal pero despues qie lei esto me sentu muy identificada estoy re llorando :'(

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  3. Es como si también estuvieras hablando de mi D:

    Pero a mi me detectaron a tiempo & yo estoy bien, viva & con ganas de vivir...

    Aunqe hay veces en las qe recaigo en eso :/

    Muy bueno Anna :)

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  4. fascinante y me a dejado sin palabras,gracias nena....sigue asi..Besos...

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  5. me sacaste de mi bloqueo, es indescriptible como sientes lo mismo q yo, solo q .....Anna eres mi hermana y siempre sera asi, desde donde estemos, desde donde nos lleve el camino, siempre y para siempre seremos hermanas!Gracias por estar aqui! te amo sis <3

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  6. Ohjj Anna esta historia me llego al corazon.. Es cierto no hay que rendirse. Aun estoy llorando.. Si esto hace parte de ti me ha mostrado un poco de tu alma..gracias por compartirlo. Cuidate mucho. Paola

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  7. Ohjj Anna esta historia me llego al corazon.. Es cierto no hay que rendirse. Aun estoy llorando.. Si esto hace parte de ti me ha mostrado un poco de tu alma..gracias por compartirlo. Cuidate mucho. Paola

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  8. Ohjj Anna esta historia me llego al corazon.. Es cierto no hay que rendirse. Aun estoy llorando.. Si esto hace parte de ti me ha mostrado un poco de tu alma..gracias por compartirlo. Cuidate mucho. Paola

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  9. yo al igual q muchas otras personas..tambien sufri de depresion por un tiempo y senti lo mismo q la chica de la historia....q nadie me queria etc...he pensado en suicidarme 3 veces en mi vida la primera fue a las 13 luego a los 16 y luego a los 19 ..pero ya lo supere y he decidido ser una voz de ayuda para las personas q tambien estan pasando por esto...im a survivor! :D

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  10. Oh Anna :I Nena gracias por compartirnos esta historia, ¿Sabes? Me identifique mucho, gracias nena, me has dado ese rayito de sol que necesitaba.

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